La vieja le dijo al marido "no vuelvas tarde"mientras se iba silbando bajo pal fondo a terminar de enjuagar la ropa. Y fue ahí cuando vio a los alienigenas que le decían "venga doña, tómese un matecito galáctico". La vieja dejó los bártulos que tenía en la mano, se secó en el delantal y se reunió con los marcianos.
-Calor eh- dijo el alien mientras hacía ruido con el mate.
- Uff, este enero se las trae. Las chicharras ya no te dejan ni dormir la siesta.
- Está bien el agua ahí o la caliento un poco más señora.
- Para mi gusto está bien. ¿Hace mucho que paran por acá?
- No, desde el martes. Vinimos a visitar a unos parientes que hacía mucho no veíamos.
- Ahh- dijo la vieja pensativa. ¿Y de dónde son?
- De percnotalius
- No no, los parientes. ¿Quiénes son?
- Ahh, ni idea- dijo el marciano mientras marcaba un número en su celular -Se que son los Vazquez, los que eran dueños de la mercería "MARFERUT" hace unos años.
- ¿Parientes de la Elba?
- Si esa misma. Que vieja chiflada, no tiene un pato en fila
- Pasa que al marido le gusta la bebida y eso le ha hecho mal ¿vio?
- ¿Al marido?
- También. ¿No trajeron nada para acompañar el mate? A mi me está chiflando la panza ya
- Sabe que estaba cerrada la panadería cuando paramos a comprar. Una picardía
- Bueno, si ustedes gustan yo tengo unas galletas de campo que me sobraron de ayer.
- Se le agradece doña, pero somo celíacos ¿vio?
- Pasa que el lito levanta quiniela, y de paso íbamos a comprar alfajorcitos de maicena
-Ah, si.... el Lito.
- Bueno señora, calculo que la nave habrá cargado la batería ya. Le tenemos que hacer arreglar el alternador que se le quemó un diodo.
-¿ Y si la venden?
- Ni loco señora, es un modelo único y nunca la usamos de remís allá en Pernoctalius. Valga la redundancia, pero es una nave.